Fino Pando

Comentario

Fino de Williams & Humbert afortunadamente rescatado y relanzado al mercado a finales del año 2013. En nariz es una buena muestra de potencia aldehídica bajo control. La flor, para un fino de una edad media de ocho años, está muy presente y la importante intensidad y limpieza de aromas a almendras tostadas y aceitunas aliñadas lo atestiguan. Por fortuna, no todo es flor y aldehídos. Bajo el importante trabajo de velo hay una capa secundaria de aromas primarios, con un buen toque de manzana Royal Gala, y otra capa más abajo -busquen, busquen con el olfato- de interesantes aromas que recuerdan a la tiza que sólo puedo justificar acudiendo al terruño de su origen, el pago de Balbaína nada menos.

En boca es fluido y ágil, se mueve con la soltura que se espera de un buen fino. Ataca con rapidez y se expande raudo, apoyado por una muy solvente acidez que hace salivar en abundancia y favorece esa agradable frescura de la que tantas veces les hemos hablado en vinos como son los finos. En poco tiempo, al tragar, aparece su mayor virtud, un post-gusto muy prolongado que reproduce las sensaciones olfativas y deja una huella realmente persistente. Tiene “chicha” porque, como ya les hemos dicho, no es sólo un “pelotazo” de aldehídos. Buen fino, maduro y complejo, pero sin llegar a asomarse a los matices de un amontillado. Fino cien por cien. El precio, como viene siendo habitual, también es francamente bueno.

Comida

El acompañamiento para un fino es un clásico, pero yo les invitaría a probarlo con arroces de carne. Por ejemplo, con un arroz con costillas. Lo imagino y salivo sin control.