Viña Matalián 2017

By 13 febrero, 2018Cata2, Jerez, Vino de la semana

Ficha

Bodega  Primitivo Collantes
D.O./Zona  Vino de la Tierra de Cádiz (Chiclana de la Frontera)
Tipo de vino  Blanco
Elaboración/Crianza Fermentación en depósito de acero inoxidable con temperatura controlada. Sin crianza
Variedad/es  Palomino fino
Precio aproximado  7 euros

Comentario

Al sur del sur del Marco de Jerez, fuera del triángulo que forman El Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda, en la zona conocida como “de producción” de la denominación de origen, se encuentra la localidad de Chiclana de la Frontera. En dicha población resisten contumaces supervivientes que, habiendo superado el horrísono periodo de las subvenciones por arranque de viñedos y la sustitución de los mismos por chalets, continúan produciendo vinos de calidad. Este es el caso de la bodega Primitivo Collantes que, con más de un siglo de historia a sus espaldas, persiste y elabora en la actualidad obras tan interesantes como el Viña Matalián 2017 que hoy nos ocupa.

Matalián es un viñedo de casi 20 hectáreas de albariza conocida como Tajón calizo, que tiene una estructura maciza de roca calar muy dura, con una elevada proporción de carbonato cálcico -que puede llegar al 80%-, procedente de un entorno marino en el que durante el oligoceno -hace unos 30 millones de años- se concentraron organismos de esqueleto calcáreo. Este viñedo sufre una despiadada confluencia de vientos que azotan las viñas y llegan al punto de arrancar racimos, con lo que se produce un “aclareo natural” de las cepas. El periodo medio de maduración en la zona de Chiclana se retrasa aproximadamente una semana con respecto al resto del Marco. Un dato destacable es que toda la producción de este y otros viñedos de la bodega es recogida a mano por una cuadrilla de 35 personas.

En la nariz de Viña Matalián 2017 nos enfrentamos a una intensidad pocas veces encontrada en un palomino fino sin crianza bajo velo de flor. Hay una buena carga frutal con pera y pomelo; también hay una buena parte de aromas florales con protagonismo de lavanda y, de fondo, esa “tiza” tan típica de los vinos procedentes de albarizas. La boca tiene de inicio una verticalidad confusa, porque después redondea y crece hasta hacerse muy persistente. Aunque la acidez es un poco justa, el vino se mantiene con mucho empaque y termina con un buen agarre gracias a los amargos finales.

Al ser esta añada la que nos ha parecido la más intensa y concentrada de este vino, nos hemos llegado a preguntar si las uvas han pasado por un breve periodo de asoleo. Desde Primitivo Collantes nos han explicado, amablemente, que no hay nada de asoleo, que el 12,5% de alcohol es lo que el viñedo ha dado en 2017, que la impresión de mayor concentración puede venir del menor rendimiento de la viña y que la intensidad frutal se debe a que está recién embotellado.

A nosotros nos parece que Viña Matalián es, posiblemente, el mejor ejemplo de su categoría, la de los vinos blancos secos, sin crianza, de palomino fino sobre albarizas. Se han producido 6.600 botellas, así que busquen y encontrarán. Por su precio es casi un regalo. Les recomendamos que compren dos cajas, una para ir bebiendo este año y otra para guardar, porque tiene una gran capacidad para evolucionar favorablemente con los años. La intensidad frutal de la que ahora hace gala irá disminuyendo y se abrirán paso otros matices muy interesantes. ¡Sean pacientes!

Maridaje

Con unas verdinas con almejas es un acierto absoluto.

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