Terroir al Limit Históric tinto 2016.

Comentario

Piensen un poco en la forma en la que la vida transcurre. A menudo da vueltas y giros, hace virajes cerrados y toma desvíos inesperados. Es habitual que en ocasiones echemos la vista atrás y examinemos uno de esos momentos en los que sucedió algo que nos hizo tomar una decisión que lo cambió todo.

Dominik Huber, un tipo de Múnich sin ninguna relación familiar con el mundo del vino que, además, estudió marketing y economía, debió de tomar una de esas decisiones cuando, gracias a unas prácticas de su escuela de negocios, llegó al Priorato en el año 1996. Allí trabajó en Mas Martinet y Cims de Porrera y, como suele pasar en este tipo de historias, cayó presa de los magnéticos encantos del lugar. Veinte años y un duro aprendizaje después, los vinos de la bodega Terroir al Limit, fundada por el citado Dominik Hubert, el sudafricano Eben Sadie -que actualmente ya no forma parte del elenco- y el español Jaume Sabaté, se encuentran entre los mejores de la zona. Hoy les traemos el vino regional de la bodega, que podría definirse como el “básico” de la misma, inspirado en las antiguas elaboraciones de la cooperativa Unión de Tarragona anteriores a la revolución del Priorat.

Terroir Historic tinto 2016 es otro vino que recién abierto tiene esa ya ubicua “peste reductiva” que, últimamente, está presente en la mayoría de los vinos que comentamos en estas páginas. No lo hacemos aposta; lo juramos. Así que ya saben, aireación y paciencia. Cuando la “peste” se va -tarda poco- se abre paso la fruta roja muy madura, que recuerda mucho al penetrante aroma de un crumble de frutos rojos recién sacado del horno. De fondo queda un recuerdo a barro que redondea bien una nariz interesante. La boca es fluida y ágil, aunque también ancha, con “agarre” final y una buena longitud. Se bebe muy bien, con facilidad, pero tiene además profundidad y complejidad.

Traemos un vino catalán a estas páginas -aunque su más conocido valedor sea alemán- con la esperanza de que una abundante dosis de buen vino nos ayude a soportar la coyuntura actual. Ante los gobernantes que nos enfrentan oponemos, con el prurito de relajar al respetable, una bebida alcohólica de calidad. Ante el enfrentamiento, bebamos deseando que la historia haga uno de esos virajes cerrados que lo cambian todo -a mejor, claro-.

Comida

Este vino no es para comer. Es para beber y beber cuando veamos gobernantes y banderas en la televisión.