Reconozcámoslo ¿en cuántas salas o espacios de conciertos españoles se puede escuchar música mientras se bebe una copa de vino? La respuesta es: en ninguna. El EnoFestival nació precisamente de la frustración de esto mismo, de no encontrar ningún espacio donde poder disfrutar de música en directo y de un buen vino, como sí es habitual hacerlo en otros países de Europa. Conozco buenos ejemplos en Italia, donde la estética y combinación del arte, moda, música y vino, son más que habituales entre todo tipo de públicos. El EnoFestival ha llegado para quedarse, por necesidad, como oportunidad de socialización y como germen de transformación cultural, acercando el vino a los segmentos de público que tanto necesita el sector. El evento proporciona experiencias diferentes que demuestran que el vino es para todos y para cualquier momento, como un festival de música indie en un espacio privilegiado.
Llegué a la planta 4º del Círculo de Bellas Artes sobre las cinco, la entrada la habíamos comprado con antelación (20€). Mientras nos explicaban que debíamos canjear dinero por tickets para poder consumir en los diferentes stands de las bodegas, se oía a Luis Ramiro. El espacio estaba bien montado, ya lo conocía por otros eventos y el ambiente era muy agradable. En el hall estaban ubicados los diferentes stands de las bodegas: Berberana, Rosados de Navarra, Freixenet, Solaz: Alma de Magno y desde Ciudad Real «Casa Pepe» con sus quesos, jamones, tortillas o migas manchegas para reponer fuerzas.
Fuimos probando alguno de los cavas y rosados hasta que comenzó el concierto de Alondra Bentley, estuvo fantástica, sensual y delicada. Los rosados navarros fresquitos y golosos, entraban muy bien. A las siete nos dirigimos hacia la zona de catas ubicada junto a los ventanales, desde allí, las vistas eran increíbles. Hicimos cola y justo cuando llegó nuestro turno nos dijeron que los tickets eran otros, que eran especiales para cada cata, aclaro que el precio eran 3€ por cata. Nos tocó ir a cambiarlos, pero ya no quedaban, creo que estuvo mal explicado desde el inicio. Aun así, nos cogieron los normales y pudimos participar, la gente de la organización estuvo estupenda y facilitadora durante todo el evento. Catamos tres vinos de Solaz: blanco, rosado y tinto, los dos primeros, refrescantes y jóvenes, el tinto potente y goloso. Nos dieron unos auriculares para poder seguir los comentarios de la cata, eran más de cuatro filas de mesas y algo más de 50 personas en cada cata, mientras, en el resto del espacio sonaban The Mocker Djs. En la cata conocimos a una bloguera que había ido a cubrir el evento, una genial valenciana muy trendy, os pongo su blog: whatstrendblog.blogspot.com. A partir de ese momento pasamos todo el evento juntas.
Después de Solaz fue el momento de McENROE, uno de los grandes. El concierto genial, el espacio iba creando ambiente y se llenaba de público. Nosotros nos íbamos animando cada vez más y nos fuimos directos a la cata de Berberana. Nos pusimos en primera fila, para no perder detalle y allí descubrí que la cata la dirigía una cara conocida para mí, Miguel Díez, enólogo, organizador del evento y paisano, la vida es un pañuelo. Le acompañaba Jorge Maldonado, un tipo muy majo con el que compartimos vinos un rato después. Los Berberana muy enfocados al evento con sus Tempranillo & Tapas, un nuevo concepto dirigido a un público joven. Recomendables y modernos.
Era momento de reponer fuerzas, llevábamos muchos vinos y más de cinco horas en el evento y había que prepararse para escuchar a HIDROGENESSE. Salimos fuera y pasamos un rato de lo más agradable en la barra de “Casa Pepe” con Jorge Maldonado y algunos compañeros de la organización, con los que charlábamos e intercambiábamos impresiones sobre el evento, y sobre vinos.
No llegamos a entrar a la última cata de Alma de Magno, nos quedamos fuera charlando y escuchando música, eso sí, nos tomamos un cóctel Alma Lima, muy rico.
La noche terminó escuchando a Layabouts. Fue una tarde-noche divertida, diferente, con buenas sensaciones y con muchas ganas de que llegue el EnoFestival 2014. Porque como ya dije, vino para quedarse.
Vamos ya esa gente buena de Cuenca!!! Un beso fuerte, fué todo un placer.
Jorge.
Lo mismo digo Jorge, lo pasamos muy, muy bien. ¡Hasta la próxima!