Bodega | Uvas Veloces |
D.O./Zona | Sin D.O. |
Tipo de vino | Tinto |
Elaboración/Crianza | Seis meses en depósitos de hormigón |
Variedad/es | Tempranillo 88%, garnacha 7%, albillo real 5% |
Precio aproximado | 10 euros |
Comentario
En estos tiempos que corren tan veloces, inestables y desconcertantes, la mera idea del emprendimiento puede parecer propia de perturbados. Sin embargo, existen personas a las que eso de proyectar sus ideas y arriesgarse, incluso si el viento sopla en contra, no les amedrenta.
Se podría pensar que para Oscar Pasanau, un enólogo procedente del Priorato, era una locura fijarse en una zona con una vitivinicultura tan decaída como el Molar, un pueblo conocido como “la puerta” de la sierra norte de Madrid. Sin embargo, Pasanau encontró la inspiración en el camino que siguieron los monjes cartujos desde Escaladei, en el Priorato, hasta El Paular, en Rascafría -Madrid-. Es bien conocido que aquellos monjes tenían mucho talento a la hora de encontrar terrenos idóneos para el cultivo de la vid y hete aquí que, en el siglo XIV, escogieron Talamanca del Jarama -otro pueblo de la zona muy cercano a El Molar- para proveer de vino a la Cartuja de El Paular. No me digan que no es una hermosa fuente de inspiración para lanzarse a montar una nueva bodega en la que, por cierto, pronto será la cuarta subzona de la D.O. Vinos de Madrid.
Uvas Veloces elabora tres vinos de los que dos son 100% garnacha, uno de uvas de la subzona de San Martín de Valdeiglesias y otro de la zona de El Molar, en el Valle del Jarama y, el que hoy nos ocupa, también de uvas de parcelas de El Molar, pero con un 88% de un clon muy antiguo de tempranillo que en la zona conocen como “tinta fina” o “tinta Madrid”, un 7% de “garnacho” -así llaman a la garnacha los lugareños- y un 5% de albillo real.
En la nariz de este Tinta Castiza hay una buena intensidad de frutos rojos -frambuesa, grosella-, unos tostados que nos recuerdan un montón a la brasa que hacen los sarmientos de vid -¡como si fuera un Gevrey-Chambertin!- y un toquecito de tomillo que está ahí en un discreto tercer plano, pero está. El aroma es bonito y tiene un aire original que lo hace bastante interesante. El vino es de estructura fluida en boca, con cierta verticalidad aunque ligeramente “puntiagudo”. El tanino necesita pulirse un poco, la acidez es la justa y necesaria y la longitud es buena.
Estamos ante uno de esos vinos de trago ágil que invita a abrir otra botella porque la primera dura poco y, además, tiene algunas características singulares y diferenciadoras que suponemos serán típicas del terruño de la zona. Buen tinto a buen precio. Hay más de 5.000 botellas de esta cosecha y no les costará mucho encontrar una en alguna tienda especializada.
Comida
Con un pastel de calabacín, queso de cabra y cebolla quedó bastante bien.
Hola Carlos
Colaboré en el proyecto de crowfunding que hizo Oscar con la cosecha de 2015, me alegra que siga adelante, la verdad es que le tenía la pista un poco perdida. He visto que lo tienen en Enoteca Barolo y está a muy buen precio. ¡Habrá que probarlo!
Me llama un poco la atención que quieran hacer una subzona de la DO Madrid en el norte. ¿No te parece que hay poco en común con las subzonas del sur? Me temo que la DO se están rigiendo más por temas administrativos que realmente por similitud de suelos y climasd.
Saludos
Vicente Vida
Hola Vicente. Este vino es un producto más refinado que la garnacha 2015 del Valle del Jarama. Para ser casi todo tempranillo, tiene unos matices distintivos muy interesantes.
Respecto a las subzonas de la D.O. Vinos de Madrid, pues las tres actuales ya tienen poco que ver entre sí -sobre todo la de San Martín con las otras dos-, así que una más al norte, si aporta algo interesante y lo bastante diferente, pues bienvenida sea. Sólo queda la aprobación de Bruselas. Otra cosa es que tenga sentido que todas las subzonas sean denominadas Vinos de Madrid, que parece un poco absurdo, pero yo en estos asuntos ya me pierdo.