Bodega | Viñedos Culturales |
D.O./Zona | Vinos Alicante |
Tipo de vino | Tinto con crianza |
Elaboración/Crianza | Seis meses en roble francés de cuarto año |
Variedad/es | Garnacha Peluda |
Precio aproximado | 12 euros |
Comentario
Contaba Rafa Bernabé, en el programa radiofónico tristemente desaparecido Placeres Mundanos, que cuando adquirió la finca Usaldón, en Villena, aquel era un viñedo “descalabrao” de setenta hectáreas de las que tan sólo treinta estaban plantadas y a punto de ser arrancadas. Parecía que aquellas cepas se iban a morir, pero se recuperaron gracias al cariño y los cuidados que recibieron tras su adquisición.
En la finca Usaldón se encuentra el pago de Los Cipreses, de suelos calcáreos cubiertos de piedras y guijarros. De sus vides de garnacha peluda -mutación de la garnacha tinta con menos color y grado alcohólico, llamada así por las vellosidades que recubren su piel- procede este vino que, al igual que El Morrón -otro pago de la misma finca-, conecta conmigo de una forma especial. Creo que estaré toda mi vida agradecido por el hecho de que esas viñas tuvieran la oportunidad de recuperarse.
El aroma dominante de Los Cipreses de Usaldón es como el de un paseo por el monte después de un buen chaparrón; un monte en el que son protagonistas la hierba húmeda, las hojas de pino, los musgos y las retamas. El toque frutal lo aportan notas de cerezas ácidas y hay también matices balsámicos que recuerdan a la barra nasal Vicks -no me digan que no la han utilizado de infantes-. En boca es sedoso, fino y delicado; por su acidez y frescura parece un vino de zona más fría. Ligeramente afilado y bastante largo, su final deja un persistente recuerdo a cereza. Un vino de gran finura, elegancia y distinción. Tiene su parte “negativa”: el contenido de las botellas desaparece a gran velocidad y el cerebro grita “¡otra! ¡otra!”.
En la elaboración de este vino no se ha utilizado sulfuroso. No quiero entrar en la ya aburrida polémica acerca de su utilización porque no importa. Es francamente bueno sin él. No lo necesita. Su aspecto es ligeramente turbio, pero no se asusten; eso da igual. Además, no pueden dejar escapar un vino como este a ese precio.
Comida
Con unos picantones rellenos de foie, manzana y jamón, fue la perfección absoluta. No se puede -ni se debe- pedir más.
Esa Villena…
Buenas tierras blancas por allí, como en nuestro pueblo