Vino de la semana

Tío Pepe en Rama 2014

Bodega González Byass
D.O./Zona JEREZ-XERES-SHERRY
Tipo de vino Generoso
Elaboración/Crianza Sistema de criaderas y soleras. Edad media en torno a los 4-5 años
Variedad/es Palomino fino
Precio aproximado 20 euros

Comentario

Recuerdo, es imposible olvidarlo, que cuando empecé en esto del vino me llamaron la atención los elogios que los vinos del Marco de Jerez recibían en las publicaciones especializadas. Por aquel entonces, fruto de la más arrogante ignorancia, yo despreciaba los vinos jerezanos. Afortunadamente, la curiosidad superó a la estupidez y compré en un supermercado tres famosos finos. Uno de aquellos finos era, como no podía ser de otra manera, Tío Pepe.

Analicé aquella botella de Tío Pepe muy objetivamente, con frialdad, recordando las enseñanzas del gran Peynaud y aprovechando los recientes conocimientos adquiridos en varios cursos de cata y, sencillamente, aquel vino rozaba la perfección técnica. Ese día fue el comienzo de una gran adicción.

Tío Pepe, hay que decirlo hasta reventar, es una de las joyas enológicas más asequibles que existen en este planeta. González Byass, con esta saga “en rama”, ha decidido que al fin es el momento oportuno para mostrarnos sus atributos en pureza.

Debería escribir pureza y dejar de escribir, porque eso es todo. Pureza, esencia sin domesticar, sin filtrar, sin afeitar… Es un Tío Pepe, lo deja claro, pero retirar el tapón es como abrir aquel tarro de las esencias que Curro Romero destapaba de vez en cuando. Intensidad sin concesiones. Perfume de velo de flor, de flores, de panadería y de notas cítricas. Su ligera turbidez anuncia que en verdad no ha sido filtrado y su rotundidad, raza y plenitud en boca, muestran las hechuras de un auténtico fino sin domesticar. Este Tío Pepe en Rama 2014 es un fino seleccionado de sesenta botas entre veinte mil, flor esplendorosa de las soleras Constancia y Rebollo, la selección de un maestro. Puede que la mejor edición -es la quinta si no me equivoco- de Tío Pepe en Rama.

Dicen que es un fino para iniciados, pero debería ser para iniciarse. Para dejar que el menor de edad lo pruebe creyéndose a escondidas y, tras propinarle una soberbia colleja del estilo de las que recibía el Lazarillo de Tormes de manos del maldito ciego, decirle, para que quede grabado a fuego en su memoria: “Esto, chaval, es un fino. Con el tiempo probarás otras cosas que se parecerán, pero no serán lo mismo”.

Después de 170 años, es ahora cuando empezamos a conocer al Tío Pepe.

Comida

Una buena ventresca de bonito fue un gran acompañamiento, pero es un fino que perfectamente se puede disfrutar en solitario.

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