Poco a poco fue aclarándose el panorama y DeVinum fue apareciendo en nuestros pensamientos y ante nuestros ojos, o mejor deberíamos decir, había surgido en nuestros corazones.
La pasión por el vino, por las bodegas, por la tierra en definitiva, se fue adueñando de nosotros y cada vez con más fuerza, DeVinum estaba presente en nuestras vidas.
Nuestra familia y nuestros amigos fueron tan importantes en ese momento como el aire que respiramos, como las brisas que soplan en las laderas donde crecen sin prisa, las vides de este maravilloso país de vinos. DeVinum había nacido y sólo quedaba darle forma.
Para ello, nos pusimos en contacto con productores de vino, bodegas, mayoristas de café, té y especias y fabricantes de chocolate y empezamos a seleccionar aquellos que pensamos que mejor encajaban con la filosofía de DeVinum. Todos han participado de nuestra ilusión y, en mayor o menor medida, nos han ofrecido su apoyo incondicional.
Ahora, nos toca a todos seguir creciendo juntos en este proyecto para lograr que DeVinum tenga una larga, próspera y esperanzadora vida.4:00